Descripción |
Escotadura de sílex procedente del yacimiento de Ambrona (Miño de Medinaceli, Soria).
Una escotadura es un útil elaborado sobre lasca que presenta una muesca más o menos semicircular. Se trata de una interrupción del filo mediante un rebaje perpendicular a éste, más o menos localizado y profundo. Pueden ser simples (como es el caso) o retocadas (cuando la muesca se ha realizado mediante retoque continuo); no obstante, en el caso de las primeras, es difícil discernir si la muesca es intencionada o simplemente se ha producido por la utilización del filo. La funcionalidad de estos útiles se relaciona con la acción de regularizar o afilar objetos de madera o hueso.
Las escotaduras aparecen en el Paleolítico Inferior, como ejemplifica el yacimiento de Ambrona, y continuarán presentes a lo largo de toda la secuencia paleolítica, siendo particularmente frecuentes durante el Mesolítico.
Ambrona, junto con el yacimiento vecino de Torralba, ha proporcionado una buena muestra de la macrofauna del Pleistoceno medio: principalmente elefantes (58%), seguido de caballos (24%), ciervos (10%), bóvidos (7%), y algún rinoceronte. La asociación y características de determinadas especies aportan una biocronología de entre hace 400.000 y 300.000 años.
En Torralba y Ambrona se han recuperado, además de esta escotadura, otras herramientas características de la industria achelense (bifaces, hendedores, raederas, denticulados, etc.), atribuidas a Homo heidelbergensis. Algunos de los restos óseos de elefante presentan ciertas fracturas y marcas de los cortes por utensilios de piedra, lo que evidencia una actividad antrópica.
Los yacimientos de Torralba y Ambrona han recibido multitud de interpretaciones. La presencia de carbones y de concentraciones de piedras sirvió para imaginar a un grupo de heidelbergensis hostigando a herbívoros de gran tamaño mediante el fuego; les conducirían hasta una ciénaga, en la que quedarían atrapados, facilitando así la tarea de darles muerte. Sin embargo, en la actualidad cobra más fuerza la hipótesis del carroñeo: aquellos grupos humanos aprovecharían los restos de animales muertos, bien de forma natural o abatidos previamente por otros carnívoros. Sea como fuere, la actividad de los grupos paleolíticos estuvo estrechamente ligada a las costumbres de los animales, a los que con frecuencia seguían en sus desplazamientos, ocupando estacionalmente sitios al aire libre cerca de cursos de agua.
Aunque aún se discute si Homo heidelbergensis cazaba grandes mamíferos, cabe tener presente que en el yacimiento alemán de Schöningen (fechado en unos 400.000 años) se han localizado largas lanzas de madera junto con numerosos huesos de caballo (además, algunos de los restos óseos muestran huellas de corte).
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